Imagínate que estás en una reunión y en la plática unos hablan sobre la gran empresa en la que trabajan, mientras otros «los valientes con una que otra herida de guerra», hablan sobre la aventura de tener sus propios negocios. Tú eres uno de ellos y también quieres platicar tus anécdotas y cómo va todo. Sin embargo, mientras preparas tu discurso, te paraliza una duda básica: no sabes qué tipo de negocio tienes. Si te ha pasado, no te preocupes, en esta ocasión te explicaremos las diferencias entre PyMEs y startups.
Esta información te servirá, no sólo para tener los cimientos de tu negocio muy claros o para considerar lo que creas necesario antes de hacer tu modelo de negocio, sino también para que sepas cómo platicar sobre tu PyME o startup a posibles inversionistas «o personas curiosas», en cualquier otra reunión.
¿Qué te compartiremos en este artículo?
PyME: Un esquema tradicional
Primero lo primero. Una PyME (acrónimo que compacta las palabras: Pequeña y Mediana Empresa), por definición, es un negocio con pocos trabajadores y un nivel de facturación de moderado a bajo. Existen también las microempresas, que de acuerdo a BBVA, se agrega al acrónimo previo al principio, quedando como MiPyME.
El reconocido banco explica también que, según el sector, una microempresa puede tener máximo 10 empleados, una pequeña de 30 a 50 y una grande de 100 a 250. Aún así, comparadas con las startups, no tienen una tendencia de crecimiento exponencial.
Marc Segura Oyamburu, en su video para POSiBLE, menciona que, tanto las startups como las PyMEs son empresas creadas recientemente, pero una PyME tiene un modelo de negocio tradicional que no innova en su producto, servicio o proceso, pero que sí tiene una ventaja geográfica. Esto último podría ser, por ejemplo, poner una heladería en el municipio que vives, porque la existente te queda muy lejos.
Ahora, falta de innovación no es equivalente a menos importante. Toda micro, pequeña o mediana empresa genera valor; son negocios que satisfacen necesidades y que tienen potencial. Sin embargo, también tienen dos talones de Aquiles que precisamente las separan de las startups: su sensibilidad a los cambios fuertes en la economía y su carencia de escalabilidad.
Startup: Innovación y crecimiento
Por otro lado, una startup es una empresa en la que los emprendedores detectan una problemática que resuelven a través de la innovación, siendo esto el principal factor diferenciador en comparación con una PyME.
En el video previamente mencionado, Marc comenta que hay tres tipos de innovaciones: en producto, como Zoom; en modelo de negocio, como Netflix; y en tecnología, como Microsoft. Lo que vale la pena destacar aquí es que, no necesitas tener la tecnología más sofisticada para innovar o ser una startup. Necesitas una buena idea, atacar un problema relevante y hacerlo de un modo creativo y atractivo.
En cuestión de empleados, una startup es parecida a una PyME en sus inicios, pues cuenta con pocas personas en su fuerza laboral. Sin embargo, por su capacidad y propósito de escalabilidad, puede llegar a tener miles de empleados en todo el mundo, como es el caso de Amazon o Uber.
¿Qué onda con la escalabilidad?
El talón de Aquiles de las PyMEs es una característica clave de las startups, como es el caso de su capacidad de crecimiento o escalabilidad. Éste factor es clave en las diferencias entre PyMEs y startups. Pero, ¿qué significa esto? Aquí te lo desglosamos.
La escalabilidad, de acuerdo a una publicación de Raúl Jaime Maestre para Nanoproyectos, es básicamente la capacidad de una empresa de sostener su propio progreso. Es decir, los gastos se mantienen controlados, y las ganancias van en aumento constante. Esto significa que, entre m?s estable y atractivo sea tu negocio, mayores ganancias y mayor expansión, pero los gastos nunca sobrepasan las ganancias.
La famosa red social de TikTok es un ejemplo de la escalabilidad de una startup. Más allá de los nuevo filtros o features que le puedan agregar, la aplicación (app) es sólo una y ya está hecha, por lo que da igual si 50 personas o si un millón la descargan, su «costo» es el mismo, pero sus ganancias aumentan conforme más y más personas en todo el mundo la usen, sigan a otras personas y publiquen contenido.
Ahora, para proyectar dicha escalabilidad, como les comentábamos anteriormente, la etapa de planeación es muy importante, pues aquí es cuando se crea el modelo de negocio y se determinan las bases y proyecciones que pueden lograr que tu startup crezca tanto, que se vuelve una empresa pública (IPO por sus siglas en inglés) y comience a cotizar en la bolsa de valores, o bien, que algún inversionista la compre a un MUY buen precio.
Es importante recalcar que las startups no son invencibles. De hecho, Marc comenta que entre los posibles escenarios por los que puede pasar una startup, uno de ellos es que quiebre. Por eso es importante que sepas que, si quieres que tu negocio sea una startup, debes poner especial atención en su valor agregado; que además de tener el capital y el temperamento para sobrellevar los altos y bajos, también te conviene hacer un estudio de mercado extensivo para que encuentres una necesidad clave y generes una propuesta de valor única.
Apoyemos el talento local y nacional
Tanto las startups como las PyMEs o MiPyMEs generan empleo y llegan a ser el sustento de miles de familias en nuestro pa?s. Son proyectos, ideas o iniciativas que, sin duda, vale la pena apoyar.
Como mencionamos anteriormente, los pequeños negocios reciben más fuerte los impactos del cambio en la economía. De acuerdo al INEGI, de las más de 4 millones de micro, pequeñas y medianas empresas que se contabilizaron en 2019, previo a la pandemia por COVID-19, se calcula que sólo 3.9 millones (79.2%) sobrevivieron.
La cosa está difícil. Si un familiar o un amigo está comenzando con su negocio, ¡no dudes en apoyarla/o! También, considera compartirle este o cualquier otro artículo de nuestro blog. En él podrán encontrar todo tipo de información, de un modo claro, y que les será de gran ayuda para todos aquellos que están empezando o que necesitan aprender a usar las herramientas digitales de hoy. Estamos seguros que te van a agradecer que les compartas estos recursos.
Entonces, ahora ya lo sabes. La mayor de las diferencias entre PyMEs y startups recae en la innovación. Una PyME se basa en un modelo de negocio tradicional, con poca o nula innovación en lo que hace u ofrece, y que además, opera con pocos empleados y factura con moderación. Una startup es un negocio que detecta un problema, lo resuelve de un modo innovador y creativo, y que puede crecer exponencialmente.
Ambas comienzan igual, desde «abajo» y con pocos empleados, pero la diferencia está en el alcance y potencial de cambio, expansión y ganancia.
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