El 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, lo que coloca a México como el primer lugar mundial en esta aflicción. Según estudio realizado por la Universidad del Valle de México, las principales causas de estrés son: la posibilidad de perder el empleo, la carga de trabajo y la relación con los jefes. En este artículo te compartimos los mejores tips para manejar el estrés.
Un buen equilibrio entre el trabajo y la vida personal es fundamental para el bienestar personal. Recuerda, si haces home office, nadie puede exigirte que estés pendiente las 24 horas del día.
Sin embargo, a veces entramos en patrones poco saludables de trabajo, causados por estrés, que nos llevan a dedicar todo nuestro tiempo a actividades relacionadas con el trabajo y a responsabilidades de la vida adulta, sin darnos tiempo de cuidarnos a nosotros mismos.
Por lo tanto, en este artículo te señalamos algunas de las conductas que llevan a estresarnos de más e igual de importante, algunos consejos para lidiar con esto.
Tips para manejar el estrés
Adiós al perfeccionismo
Ser una persona muy aplicada y trabajadora es algo muy satisfactorio. Puede hacerte sentir bien contigo mismo y ayudarte a sobresalir en todas tus tareas, pero ser una persona perfeccionista puede crear problemas para ti (y los que te rodean).
La perfección es imposible; sin embargo, muchas personas aún ponen su salud mental en la línea para buscarla.
No vas a poder hacer todo perfecto, todo el tiempo, en especial si mantienes diversas actividades al mismo tiempo (como el trabajo, las tareas de la casa, trámites, etc.) y eso está bien, nadie realmente espera la perfección de ti. Si un jefe es demasiado exigente es problema de sus habilidades de liderazgo no tuyas.
Una buena estrategia para evitar la trampa del perfeccionismo es esforzarte lo más que puedas y hacer paz con que eso es más que suficiente. Además, es importante que reconozcas tus esfuerzos. Date un gusto de vez en cuando para ver que tu trabajo realmente te está dando frutos.
Uno de los problemas más importantes que enfrentan los perfeccionistas es el temor de que si dejan de apuntar a la perfección, se convertirán en personas de bajo rendimiento y nunca podrán alcanzar sus metas. ¡Esto no es cierto! Es más, es muy probable que el estrés que te causa el perfeccionismo te esté deteniendo.
¡Dejar ir las actitudes perfeccionistas puede ayudarte a sobresalir!
Establece las tareas que te tocan y hazlas respetar
Un factor que se sabe que contribuye al famoso “burnout” (también conocido como agotamiento laboral o académico) es la falta de claridad en las tareas o roles que una persona debe llevar a cabo.
Si no sabes exactamente qué se espera de ti en tu trabajo, o si los requisitos para tu puesto cambian sin previo aviso, es posible que sufras muchísimo estrés.
Debes aprender a poner límites dentro de tu puesto de trabajo, desde horarios hasta tareas. Por supuesto, siempre hay que aprovechar oportunidades para crecer y aprender dentro de nuestros trabajos, pero es algo diferente que tus jefes o compañeros de sobrecarguen o pidan hacer cosas más allá de tus responsabilidades.
Además, si no tienes claro que te toca puedes llegar a sentir que lo que estás haciendo es incorrecto o insuficiente. ¡Habla con tus supervisores! Pueden tomarse el tiempo para repasar las expectativas puestas sobre ti y discutir estrategias para cumplirlas. ¡Esto puede aliviar el estrés de ambos!
Recuerda, está bien decir no.
No te sobrecargues. Si sabes que tu to-do list va a tardar un poco en completarse, no le agregues más. Está bien admitir cuando no puedes manejar algo, y ciertamente está bien rechazar un trabajo que afectará tu productividad.
Organiza y respeta tus tiempos
Lo sabemos, no es tan fácil. Pero el estrés nunca se irá si no cumples con tus plazos o si no organizas tu trabajo.
No hay una regla de oro que ayude a todo mundo a organizarse, ya que cada persona es diferente. Sin embargo, la clave es buscar qué método te funciona hasta que lo encuentres.
Está por ejemplo la técnica pomodoro, o una técnica que es antítesis de esta llamada la flowtime.
Sin importar la técnica que escojas, aquí te dejamos algunos pasos generales que pueden ayudar un poco:
- Anota en tu agenda todo lo que necesitas hacer en el día según orden de importancia y urgencia. Esto te dará una guía que seguir.
- Planea tus comidas o actividades no relacionadas al trabajo de modo práctico.
- Pon una hora para responder los mails y mensajes de trabajo.
- Reduce lo más posible tus distractores y déjalos para tus ratos de break.
A palabras necias, oídos sordos
Este pequeño dicho de abuelita es muy sabio.
Vivimos en un mundo sobresaturado de contenido, ideas y opiniones. Muchas personas sufren estrés debido al bombardeo de información que recibimos todos los días en redes sociales y todos los conflictos que surgen diariamente.
Es importante ser personas socialmente conscientes y educarnos sobre el contexto en el que vivimos, sin embargo, hay momentos en los que lo mejor es bloquear esa pantalla y taparnos ojos y oídos. No todo lo que está en redes es constructivo ni útil.
Simplemente intenta no perder ni tiempo ni paz por cosas innecesarias u opiniones de terceros.
Esto aplica para las redes sociales, pláticas en el trabajo, dramas innecesarios, o todo lo que no tengas por lo qué involucrarte.
Distrae tu mente
Puede sonar muy simple, pero a veces desconectar la mente del espacio laboral es muy difícil. No obstante, es necesario.
Encuentra actividades, lugares o personas que te ayuden a desconectarte por completo y a pensar en cosas que te traigan felicidad y calma. A veces ayuda simplemente escuchar música, ver una película, salir a caminar al parque o hablar con alguna amistad.
Al final del día darle mil vueltas a lo mismo dentro de tu cabeza solo servirá para quitarte la paz y causar agotamiento. Ten un par de horas al día para ti y en lo posible trata que, por ejemplo, tus fines de semana realmente sean días de descanso.
Escucha a tu cuerpo
¡El cuerpo no miente!
Ese dolorcito en el cuello o en la espalda, esa incomodidad en el estómago o la cabeza, incluso esos síntomas de resfriado que nunca parecen desaparecer. Todo eso puede ser estrés.
La ansiedad y estrés se somatizan de diversas maneras en el cuerpo y puede que a largo plazo te causen daños irreversibles, como daños musculares por la tensión.
No solo es importante mantener una vida física activa y comer bien, evitar el estrés es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu cuerpo.
Tenlo por seguro, tu cuerpo te hará saber cuándo te estás presionando, y lo mejor es que lo escuches.
Empieza y termina tu día de buen humor
En lo posible trata de no iniciar el día pensando en factores de estrés. Si te es posible, despierta un poco más temprano para tener un momento para ti en la mañana, ya sea para desayunar, leer algo, hacer algún estiramiento o ejercicio, etc.
De la misma manera, no te lleves los factores de estrés a la almohada. Desconéctate del mundo laboral antes de ir a dormir o te llevarás contigo esos problemas a tu tiempo de descanso y terminarás una noche de sueño satisfactoria.
Lee sobre la importancia de tomar descansos entre tareas en uno de nuestros últimos artículos.
¡Ya tienes mejores herramientas para manejar el estrés! Recuerda que tu salud mental va primero.