Tomar consciencia del día de hoy sin preocuparte por el ayer o el mañana parece una fórmula de vida fácil de seguir, sin embargo, no es así. El mindfulness gira sobre la consciencia acerca del hoy. Se ha hecho popular como solución a varios de los problemas que aquejan a nuestra sociedad, en particular, la falta de concentración, así como el manejo del estrés, la ansiedad, la depresión y el dolor.
Te levantas un lunes y percibes un leve dolor de cabeza. Conforme revisas tus actividades del día sientes el impulso de reportarte enfermo, hay llamadas que no quieres atender. Tu trabajo lo tienes enfrente, pero tu mente está repasando lo que sucedió el fin de semana. De pronto está preocupada por lo que hay que realizar más tarde. Y te comienza a invadir un sentimiento de infelicidad.
Sin embargo, por medio del mindfulness, le das una vuelta al día. Tomas consciencia de lo que sientes y empiezas a aceptarlo como algo real, pero también pasajero.
Asumes la situación al meditar sobre tu estado de ánimo, aceptas tus sensaciones, resuelves continuar. Poco a poco el sentimiento de hastío va cediendo, hasta que puedas volver a tu momento actual y cumplir tus propósitos del día.
Esto es mindfulness. Se trata básicamente de realizar un ejercicio que parece simple, pero que en la realidad es complejo.
Todos tenemos la capacidad de hacerlo, pero muchas veces no nos tomamos el tiempo para detenernos y realizarlo, se trata de un concepto que la tradición budista nos ha legado; es lograr la atención plena o mindfulness.
Mindfulness, breakdown
¿De dónde surge el mindfulness?
Según explica el especialista Edgar R. Vásquez-Dextre en su artículo Mindfulness: Conceptos generales, psicoterapia y aplicaciones clínicas, desde hace más de dos mil quinientos años, miles de personas han practicado diversas técnicas meditativas, transmitidas por religiones y tradiciones espirituales.
Define a la meditación como el proceso a través del cual la persona observa y se hace consciente de lo que está sucediendo a cada instante, en su cuerpo y en su mente, mediante la aceptación de las experiencias que se van presentando tal y como estas son.
Esta práctica, enseñada por Buda, “tiene como fin la eliminación del sufrimiento y demás emociones destructivas, ya que, desde el punto de vista budista, tanto la felicidad como el sufrimiento no dependen fundamentalmente de las circunstancias externas, sino de la propia mente”.
El mindfulness se erige entonces como un común denominador de las diferentes corrientes de meditación. Estas se derivan de la tradición budista y actualmente se han incorporado a diversos modelos de tratamiento en psicoterapia, técnicas que pueden ser aprovechadas por cualquier persona.
Componentes del mindfulness (provenientes del zen)
Vamos a revisar los elementos del mindfulness para tener mayor claridad sobre cómo te puede beneficiar.
Atención al momento presente
Enfócate en el momento presente en lugar de estar pendiente del pasado (revisando una y otra vez lo sucedido) o del futuro (con todas sus expectativas, planes, deseos y temores). Existen diversas posturas sobre el foco de la atención, entre si debe dirigirse a los procesos internos o a los eventos de la vida diaria. La realidad es que tienes ocasión de combinar ambas situaciones, así, mientras meditas, puedes atender tus propios procesos internos y, en cuanto a la vida cotidiana, te puedes enfocar en la tarea que estás realizando.
Apertura a la experiencia
Se trata de fortalecer tu capacidad de observar la experiencia sin interponer el filtro de tus propias creencias. Esto se refiere a que puedas observar lo que sucede como si fuera la primera vez que lo vives. Pérez y Botella indican que esta cualidad en el zen se denomina “mente de principiante”. Esto es que estés dispuesto no solo a las experiencias positivas, sino también a las negativas, además de observar con curiosidad lo que sucede a tu alrededor.
Aceptación
Es cuando experimentas lo que está sucediendo sin poner barreras, lo haces de manera plena, las recibes tal cual son, sin juicios de valor. La vida fluye y solo la observarás sin oponer resistencia o sin desarrollar conductas con el propósito de evitar experiencias que no son placenteras. Hay que entender que la vida transcurre y esas experiencias no se quedarán contigo, sino que seguirán su curso. Así llegamos al siguiente componente.
Dejar pasar
Este aspecto implica también un ejercicio constante de voluntad pues tenemos que aprender a desapegarnos de algo o de alguien. ¿Por qué digo que es un ejercicio de voluntad? Porque generalmente no queremos desprendernos, ante el temor de lo que sigue o lo que nos puede suceder si “soltamos” lo que hemos atesorado: cosas, relaciones, poder, dinero. Nuestra sociedad nos ha enseñado que la felicidad está en función de las posesiones y el control, sin embargo, con el mindfulness tenemos que aprender que existe una temporalidad de las cosas, puesto que todo lo material terminará por desaparecer.
Intención
Vásquez-Dextre explica cómo la intención es lo que cada persona persigue cuando practica mindfulness e indica que puede sonar contradictorio con una de las actitudes del mindfulness referente a no esforzarse por conseguir ningún propósito. Aquí se refiere a que la meditación no es para obtengas un propósito inmediato, simplemente participa con conciencia plena de lo que estás haciendo. Pero, como anota el autor, también debes tener un objetivo personal para moverte hacia ese propósito.
Sentimiento de felicidad
Puedes practicar el mindfulness en cualquier momento del día. Encuentra un lugar en el que puedas cerrar los ojos por unos minutos y dedícate a observar tus pensamientos . Toma unos pocos minutos todos los días que te permitan generar ese sentimiento de felicidad.
Recuerda que la meditación es básicamente una habilidad para que entrenes tu mente para sentirte en armonía contigo mismo y con los demás. El mindfulness te apoya no solo a manejar el estrés, sino que también colabora en tu concentración. Es entrenar a la mente para cambiar tu relación con los pensamientos y sentimientos, para que alcances tu lugar de calma.
Mutitarea y mindfulness
Como hemos revisado, el mindfulness se trata de que tomes unos minutos para estar en contacto con tu cuerpo, con tu respiración, con tu consciencia.
Jon Kabat-Zinn, divulgador del mindfulness y su estudio sobre el control del estrés y el manejo de las enfermedades afirma que ser multitarea no es muy compatible con la atención plena. De hecho, varias investigaciones han comprobado que realizar varias tareas a la vez somete al cerebro a una gran presión y afecta enormemente al rendimiento.
Por supuesto, el mundo avanza en la dirección contraria. Hacer varias cosas a la vez está a la orden del día y por eso también se genera tanto estrés.
Por tal motivo busca tu lugar de calma y de atención plena para disminuirlo. Logra tu equilibrio y la sensación de armonía que requieres para seguir con tus actividades. Detente, mira y escucha.