Si nunca habías escuchado nada acerca de la teoría del Océano Azul y el Océano Rojo, probablemente tampoco tienes idea de cuál es la diferencia entre los dos, o qué relevancia tienen en el mundo de los negocios. No te preocupes, hoy aquí no sólo te explicamos de qué va este método de nombre tan curioso, también mostramos la gran diferencia que hace implementarlo en cualquier empresa por sus resultados tan positivos.
Mientras tanto, comienza imaginando que tu negocio (y todos los demás) son botes de pesca flotando en medio del mar…
Diferencia entre Océano Azul y Rojo en negocios
La estrategia Océano Azul
En 2004, los profesores Renée Maugborne y Chan Kim publicaron una serie de artículos en la revista Harvard Business Review donde abordaban un tema inquietante para todo negocio: la competencia. Un año después, los artículos se concentraron en un libro titulado Blue Ocean Strategy, que propone un acercamiento menos agresivo a la competencia entre empresas.
El libro establece una serie de estrategias alternativas aplicables a cualquier negocio, con el propósito de destacar en el mercado en el que se desenvuelven. Asimismo, éstas se explican por medio de una metáfora: el océano azul representa ese mercado único e inexplorado al que debemos apuntar, donde la competencia no es relevante y no peleamos por los clientes. Por otro lado tenemos al océano rojo, que se llama así porque está «lleno de sangre» tras las peleas constantes por clientes entre las empresas que ofrecen lo mismo.
De igual forma, para Maugborne y Kim, los límites del mercado y la estructura de la industria no son un hecho y pueden ser reconstruidos por las mismas empresas que lo conforman.
Océano Azul vs Océano Rojo
Ahora, lo que nos ocupa principalmente en este artículo es explicar en qué consiste la diferencia entre una estrategia Océano Azul y una Océano Rojo en negocios. Además del cambio de color, cada una tiene una metodología distinta en cuanto a cómo abordar los costos, nichos de mercado o la demanda. Antes de brincar a sus diferencias puntuales, te las describimos con más detalle:
Océano Azul
La estrategia del océano azul busca simultáneamente la diferenciación y el bajo costo para abrir un nuevo espacio de mercado y crear una nueva demanda. En otras palabras, la clave aquí está en crear y capturar un espacio de mercado inexplorado, haciendo que la competencia sea irrelevante.
Cirque du Soleil, Nintendo e incluso Kimberly Clark de Brasil son ejemplos reales de empresas que se cambiaron de océano y disfrutaron de los beneficios.
Océano Rojo
Se trata de la estrategia tradicional y quizás la más popular; es la estrategia donde casi todas las empresas se mueven y prosperan (aunque no es siempre tan fácil). Tiene un acercamiento mucho más agresivo, y usarla implica competir en industrias ya existentes y bien establecidas. En resumen, para esta estrategia, los objetivos clave son vencer a la competencia y explotar la demanda existente.
Si te interesa saber qué negocios son un claro ejemplo de lo que es el Océano Rojo, piensa en aquellos de la industria refresquera. Los gigantes como Pepsi y Coca-Cola son expertos nadadores en un océano violento, peleando constantemente por demostrar quién es el mejor.
Principales diferencias estratégicas
Vale la pena mencionar que no existe la estrategia perfecta. Muchos expertos recomiendan incluso combinar un poco de ambas, así que trata de no casarte con ninguna exclusivamente. Aquí abajo enlistamos sus principales puntos de contraste para que tú mismo elabores un diagnóstico de tu negocio y decidas en qué océano quieren nadar.
Manejo del mercado
La primer diferencia entre Océano Azul y Rojo en negocios está en su manera de gestionar a sus consumidores. Mientras que la estrategia roja se centra en vender en un mercado ya existente, con límites y reglas preestablecidas, la azul busca salir de ahí. Quizás suena muy extraño, porque después de todo, ¿quién pensaría en salirse del mercado que ya conoce a la perfección? La respuesta es simple; la estrategia azul sale de ahí para expandir los límites de la industria existente y tener clientes que ninguna otra empresa tiene.
Manejo de competencia
«Mi marca es mejor que tu marca». Así podríamos resumir la perspectiva del Océano Rojo en cuanto a manejo de la competencia. Las estrategias de marketing orientadas a este enfoque presentan mejoras constantes e incrementales en el atractivo, la confiabilidad o el precio de la oferta, con la esperanza de lograr que los compradores los miren solamente a ellos. Podemos identificar este tipo de enfoque, cuando una compañía invierte demasiado en su publicidad, para convencer al público de que su producto es el más rápido, el más ligero, el más confiable…
¿Qué hace entonces una estrategia Océano Azul en cuanto al manejo de la competencia? En pocas palabras, la hace irrelevante. Es decir, tu marca destaca por ser única, no por ser mejor que las demás. Te ponemos un ejemplo con el que esto se entiende a la perfección: la introducción de la minivan por Chrysler en 1983. Para los clientes que encontraron atractivo en el concepto de este nuevo coche-camioneta, ya no se trataba de decidir entre comprar un Chrysler o un Ford o GM. Los productos de otras automotrices eran irrelevantes para su decisión, porque sólo Chrysler contaba con esa nueva categoría y experiencia de uso.
Manejo de demanda
Cuidar a los clientes es sin duda un principio que comparten ambas estrategias, aunque, una vez más, lo hacen con perspectivas muy distintas. Mientras que las empresas afines al Océano Rojo buscan explotar la demanda existente (o sea, orientan todas sus acciones hacia sus clientes de siempre), las afines al Océano Azul optan por crear y capturar nueva demanda.
¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que, para los negocios con estrategia azul, generalmente los compradores potenciales van primero que los actuales. Esto no quiere decir que descuiden a sus ya clientes, simplemente tienen otra filosofía y saben que son más las personas que no compran tu producto a las que sí. En resumen, en cuanto a manejo de demanda, la diferencia entre ambas estrategias está en dónde se sitúa la atención de la empresa: en los compradores que ya te ganaste, o en todos los demás que te puedes ganar.
Valor y costo
Finalmente llegamos a la última diferencia estratégica. ¿Eres de los que piensa que el valor de un producto lo determina su precio y viceversa? ¿O crees que esta relación no es estrictamente necesaria y es posible tener un producto con valor cuyo costo no sea excesivo?
La primera afirmación corresponde a una estrategia roja, donde se busca hacer una compensación entre valor y costo del producto. Los iPhones, por ejemplo. Un modelo plus presume tener más valor y más características, pero claro, su costo es también mayor al de un modelo estándar.
En contraparte, la estrategia azul propone romper con la compensación valor-costo, creando así un producto que satisfaga los gustos y necesidades de quien lo compra por un precio razonable.
Como dijimos antes, no existe la estrategia perfecta como tal. Sin embargo el Océano Azul brinda un acercamiento menos tradicional a varios aspectos que componen a un negocio, y sin duda vale la pena implementar algunos de sus principios para pensar fuera de la caja y sobresalir.